Marea humana

“Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.” 
Y si vuelves a caer conmigo, la gravedad no es tan grave como dicen, amor. Apenas 9,8 metros por segundo al cuadrado en tu cocina (y doce veces menos en Plutón). Quemé mi reloj calculadora, volví a raparme la cabeza y ahora los bares me huelen a derrota. Y todas las otras chicas son cajeras del Mercadona. Y todos los otros chicos no me llegan ni a las ruedas del taxi: no sabrían tocarte como yo lo hago, no podrían mirarte con mi mismo fuego. Ya sólo me gusta la cerveza si la bebo en tu taza, esa que dice “lo nuestro es de otro planeta”, y de tapa tus besos y la música al fondo en un loro cutre sin Dolby Surround ni falta que hace. Y no me importa que te guste Alejandro Sanz. Y no me importa que llores con Pulseras Rojas. No conozco mejor forma de definir el amor.
Y sería capaz de hacerte ”bebeses” porque son tu vientre. Odiar mi taxi si me aleja de ti. Escribir sólo en tu espalda sin que nadie más me lea. No conozco mejor forma de definir el amor.
Por eso, si algún día sintieras que el mundo se derrumba, cae sin miedo. Y abrázate a mí. Caeré contigo a la doceava parte de esos 9,8 metros por segundo al cuadrado. El golpe, cualquier golpe, será de coña. Apenas nada..

Fragmento de “Poema para que lo leas cuando no esté a tu lado” extraído del libro “Marea Humana” de Benjamín Prado.
Texto de Daniel Díaz